miércoles, 10 de diciembre de 2014

OBRA Y ESTILO DE ORTEGA Y GASSET

El estilo de Ortega y Gasset es muy literario, contiene metáforas y su ingenio en el lenguaje permite compararlo con el de El Quijote, esto dio lugar a que su obra llegara al público en general.
Se ha discutido mucho si Ortega fue un literato, un periodista o un filósofo. El hecho de que una buena parte de sus primeras publicaciones sean comentarios y críticas literarias, muestra el interés de Ortega por la literatura y la importancia de lo literario en su obra general. Por otro lado, casi toda su obra publicada antes de su muerte había aparecido publicada en los principales periódicos de su época. Por la calidad de su prosa, habría que incluirlo en el club de los literatos. Su expresión es chispeante, con un tono de ironía (juegos de palabras) y de humor. Otro rasgo del estilo de Ortega es su tendencia a la dramatización de las ideas, acorde con su pensamiento: la vida es un drama, un quehacer del hombre con sus circunstancias.
Ortega y Gasset es uno de los más grandes escritores españoles, cuyas calidades de estilo dieron especial intensidad y eficacia a sus obras, era además un extraordinario orador universitario y conferenciante. Su influencia en España fue temprana y profunda; después, mediante traducciones a todas las lenguas importantes, se convirtió en la figura más universal y representativa de la cultura española. Al mismo tiempo, su actividad de escritor, y también de inspirador de publicaciones importantes y de traducciones de libros decisivos, contribuyó mucho a superar el aislamiento intelectual de España y a ponerla “a la altura del tiempo”, hasta hacer de ella uno de los países menos provincianos de Europa» (Julián Marías y P. Laín Entralgo: Historia de la filosofía y de la ciencia. Madrid: Guadarrama, 1964, p. 319).
En cuanto al Ortega filósofo, algunos lo consideran más bien como un brillante ensayista y le niegan la categoría de pensador original. Ortega expuso sus ideas en un estilo brillante de gran calidad literaria, y lo hizo desde lo que él llamaba la “plazuela pública”, el periódico. Ortega es un representante genuino de “intelectual moderno”, figura que surgió a finales del XIX en Francia a raíz del caso Dreyfus (capitán de artillería de origen judío, acusado en París de traición en 1893; Émile Zola publicó una exaltada carta en el periódico parisino L'Aurore en enero de 1898, tituladaJ'accuse, acusando a las autoridades de haber mentido). El intelectual moderno adquiría así el poder espiritual de influir en la opinión pública y en la política haciendo uso de los nuevos medios de comunicación de masas. Y esto es lo que intentó Ortega en España. Ortega nació en el seno de una familia acomodada madrileña, con un importante peso en el mundo de la prensa y de la literatura.
Según Ricardo Senabre (Lengua y estilo en Ortega y Gasset, Universidad de Salamanca, 1964), la prosa de Ortega da la impresión de verso libre, la voluntad rítmica es característica del modernismo (Valle Inclán) y Ortega se muestra desde muy temprano inclinado a este movimiento. Ortega usa mucho la metáfora como medio intelectual para dar claridad ideológica a los temas más abstractos. Se trata, sobre todo, de metáforas que expresan la idea central de Ortega: la vida como dinamismo, aventura, drama, tensión, lucha. Así encontramos imágenes bélicas (flecha, arco, lanza, puñal), imágenes del cazador (hombre alerta), imágenes del toreo (pugna del hombre con los problemas de su contorno), imágenes marítimas (navegación, sumergirse irremisiblemente dentro de la vida), la imagen del naufragio para expresar la patética soledad del hombre frente a las cosas.

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